Inercia ante la Lejanía, 2013.



Serie Lago de Valencia

















































Serie Cárcel de la Isla del Burro














    Vistas de las Salas

















-Galería Espacio Cinco, La Viña, Edo. Carabobo. 

3 de Agosto-14 Septiembre 2013.

Una de las constantes en el trabajo de Hayfer Brea es el tema del paisaje como hilo conductor en su proceso de investigación, un paisaje que trasciende la idea del paisaje académico, y en donde la diversidad de métodos para entenderlo y representarlo queda en evidencia. Por varios años la montaña fue el tema central en la obra del artista, y aunque en esta oportunidad, el paisaje continúa presente, esta vez la mirada y su interés se enfocan en el Lago de Valencia. Dada su inquietud por la búsqueda de diferentes resultados, el artista ha incursionado en diversos medios, técnicas y soportes, permitiéndole revelar y complejizar las distintas aristas de su discurso plástico. En esta ocasión, la fotografía se hace presente, como medio para registrar lo que el artista observa en el horizonte sobre el lago.
Inercia ante la lejanía, esta conformada por dos series fotográficas: El Lago de Valencia y La Cárcel de la Isla El Burro. Estas imágenes son el resultado de adentrarse a recorrer las aguas del Lago de Tacarigua, el reservorio de agua dulce más grande del país y el segundo en importancia en Venezuela mejor conocido como Lago de Valencia. Experiencia que le permitió bordear parte de sus orillas y adentrarse en sus aguas, navegando gran parte de su extensión.
El Lago de Tacarigua a lo largo del tiempo ha mostrado una fluctuación significativa en el nivel de sus aguas; resistió prolongados períodos de sequía en la década de 1970, que aunado a la utilización inadecuada de los afluentes en labores agrícolas y a los vertederos de aguas servidas producto de la creciente actividad industrial en la zona, ocasionaron un descenso progresivo en el nivel de sus aguas. El lago ha vuelto a ser noticia en esta última década, pero por la situación inversa, el aumento del nivel de sus aguas. Este incremento ha excedido sus niveles regulares, entre otras causas por la creciente industrialización de las ciudades de Maracay y Valencia, cuyas aguas servidas son vertidas directamente al lago, incrementado sustancialmente la contaminación de sus aguas. Como consecuencia ha sumergido arboledas, cableados eléctricos, casas y poblados enteros, lo cual ha ido desdibujando el paisaje. Esta realidad ha devenido en situaciones irreales que se han hecho parte del contexto del lago, un entorno que transmite a quienes lo observan toda su carga de calma y desolación.
Este panorama es el que encontró Brea en su recorrido, y que lo llevó también a  explorar el territorio que conforma la Isla El Burro, lugar donde existió una inhóspita cárcel, conformada por una especie de barracas y áreas comunes, ubicada en el punto más elevado de la isla. Lugar en el cual desarrolla un cuerpo de fotografías cargadas de desidia.
Esta cárcel se construyó bajo el período del gobierno de Juan Vicente Gómez, en principio estaba destinada a albergar presos comunes, sin embargo pasó a ser un correccional en la década de 1950, posteriormente entre las décadas de 1960 y 1970, durante el conflicto guerrillero, albergó a una gran cantidad de presos políticos, a principios de la década de 1980 cesó su funcionamiento como cárcel y cayó en el abandono. Ahora sólo se encuentran sus ruinas, patrimonio histórico y asidero de parte de nuestra memoria como nación.
En las fotografías que integran esta exposición quedan en evidencia dos realidades: la belleza del lago pleno de calma y el abandono e indiferencia del hombre ante su entorno natural.

Marisela Chivico.

INERCIA ANTE LA LEJANÍA

Me complace presentar por primera vez una selección de fotografías tomadas en el Lago de Valencia en el 2012 a lo largo de varios recorridos, en los que registré parte de sus inundadas orillas, las arboledas muertas, el abandono de caseríos, la vegetación hidrófila invasiva, etc., no sin dejar de sorprenderme por la belleza existente en sus bastas extensiones de tranquilas aguas, que a pesar de desplegar una enorme gama de vistas maravillosas, son melancólicas, lejanas, sombrías y desoladoras, pero de una calma que toda contemplación brinda a quien la adopta. En el marco de estos viajes, realice también una pequeña serie de fotografías a las ruinas de la Cárcel de la Isla  de El Burro.
En ellas se muestran una vez más nuestra indiferencia hacia nuestro pasado reciente, su patrimonio histórico y a nuestra relación directa con estos espacios naturales. La desidia se ha vuelto parte de nuestra cotidianidad. Cada vez más, utilizamos los cuerpos de agua (lagos, ríos, mares) de manera irresponsable, dejando atrás nuestros desechos, depositando toda clase de químicos, residuos y detritus en sus aguas, contaminando nuestro futuro sin importarnos nuestro ya enfermo presente. Estas prácticas negativas se volvieron parte de nuestra idiosincrasia y esta tan arraigada que convivimos con la naturaleza casi por inercia.

Hayfer Brea.

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